Extracto de mi TFG: «La evolución de los programas musicales de Televisión Española: desde los años 80 hasta la actualidad» presentado en mayo de 2022 en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
Los programas musicales de los años 90 se dividían en diferentes tipologías reflejadas en la siguiente tabla. Blanco Maldonado, Alfonso (2017): “La evolución histórica de los programas musicales en la televisión española: De los programas de divulgación musical a los talents shows”.
Nombre del programa | Años de duración | Tipología |
Rockopop | 1988 – 1992 | Magazines |
Plastic | 1989 – 1991 | |
Música N.A. | 1989 – 1991 | |
Ponte las pilas | 1990 – 1992 | |
Música Sí | 1997 – 2004 | |
FM2 | 1988 – 1990 | Actualidad |
Área Reservada | 1991-1993 | Especializados |
Clip, clap, video | 1991- 1992 | Videoclips |
Música Golfa | 1988 | Exclusivo de actuaciones |
Los conciertos de Radio 3 | 1990 – Actualidad | |
Séptimo de Caballería | 1998 – 1999 | Entrevistas + Actuaciones |
Comparando esta tabla con la presentada en el capítulo referente a los años 80, nos damos cuenta de que desaparece un porcentaje importante de tipologías de programas musicales en esta nueva década. Además, la mayoría de los programas musicales se sitúan entre 1988 y 1993. Una vez pasada la segunda mitad de la etapa, el número de programas estudiados disminuye a únicamente a dos programas.
En rasgos generales, la comparación es muy significativa, puesto que Televisión Española pasa de retransmitir 18 programas musicales de forma simultánea a únicamente dos, una década después.
La aparición de las televisiones privadas provocó una lucha, que continúa hasta el día de hoy, entre los canales por conseguir un mayor índice de audiencia. Por ello, Televisión Española relegó a un segundo plano su servicio al público y con ello empezaron a programar contenidos musicales a altas horas de la madrugada, dando voz principalmente a su faceta más comercial.
Además, en esta década se empezó a popularizar el uso del playback, teniendo cabida un número muy reducido de actuaciones en riguroso directo. De esta forma, la dirección de los programas conseguía un ahorro económico, al no tener ni ensayos ni pruebas de micrófonos. Incluso, fruto de este ahorro, se dejaron de lado las puestas en escena, dando cabida a la sencillez sobre las tablas del escenario. (Borja Terán, 2016).