• octubre 15, 2024 4:16 am

Delirium Nostri

Cultura con un toque muy personal

Veintiuno se queda a vivir en nuestro corazón con “El arte de perder”

Los más sabios de la población dicen que con la verdad se llega al fin del mundo. No sabemos si este lugar existe en algún punto de la geografía, pero si estamos seguras de que si este poder se pone encima de la mesa, los músicos se aseguran la inmortalidad en el corazón de los oyentes. Este es el caso de Veintiuno, que el pasado 6 de octubre publicó su nuevo disco, titulado “El arte de perder”.

Este concepto se define como la capacidad para apostarlo todo por un sueño y ser capaz de recomponerse con facilidad si la vida pone trabas en el camino. Para ello, la amistad se convierte en el alcohol para curar heridas. Los toledanos así nos lo demuestran en la intro del disco, titulada “Dominó”.

Las primeras canciones del disco son viejas conocidas para los consumidores habituales de la música de Veintiuno. “La Ruina”, “La vida moderna”, “A la orilla” y “La Toscana” son canciones llenas de vida que cargan al oyente de una cierta sensación de adrenalina, que es similar a la brisa ligera que peina la cabellera en pleno verano.

Por otro lado, este disco también tiene una potente arteria de sentimientos que nos hacen viajar hasta esas historias que están tatuadas de por vida en nuestra biografía. Entre la intimidad y la corriente más orgánica, el grupo ha construido unos interesantes puentes que erizan la piel al contemplar su majestuosidad. Estos temas son “Chihiro” y “Escalofríos”.

Precisamente, de sentimientos del pasado que vuelven al presente nos habla “Ya no nos hablamos”, otra de las flamantes colaboraciones del disco junto a Silvestre y La Naranja, para derivar en las grandes joyas de la corona “Leona” y “Fiera”. Este dúo de temas se convierte en himnos vitales para todo aquel que haya sentido alguna vez mariposas en el estómago. Además, muestran la esencia pura del grupo con el marcado uso de las guitarras.

Laura Salas

Soy fan, luego existo

Por Laura Salas

Soy fan, luego existo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *