La rapidez define nuestro día a día, hasta en la forma de escuchar música. Son muchas las melodías que según entran en nuestras vidas salen y se quedan olvidadas en un cajón. Los artistas que consiguen calar y crear himnos atemporales están destinados a hacer historia. Este es el caso de Blas Cantó, que acaba de publicar su segundo álbum de estudio titulado «El Príncipe».
Estamos ante un disco que trata el pop como un homenaje a este estilo. Blas Cantó es capaz de mimarlo, con letras cargadas de fuerza y melodías dignas de salto que intenta tocar el cielo. Además, hay que resaltar su gran potencia vocal. Una vez más, se convierte en un hechicero que conquista con sus agudos.
Además, se permite reinventar sonidos que poco tienen que envidiar a los boleros más famosos de la historia. Ejemplo de ello es «La Cura», una auténtica joya que merece ser mimada por los oyentes. La piel no se resiste ante el contacto de su voz.
Dicen que lo bueno se hace esperar y que las grandes maravillas se cuecen a fuego lento. Ha merecido la pena esperar 5 años para la salida de «El Príncipe».