Quimera es un exitoso cantante de música urbana. El artista, sobrepasado por sus propios vicios, muere delante de sus seguidores. Es en ese momento cuando Lázaro, uno de sus fans más entregados, ve la oportunidad de alcanzar el éxito a través de la imagen de su ídolo.
Se trata de una miniserie de cinco episodios de corta duración. Es breve, sí, pero también muy intensa, puesto que en algún momento la crueldad de los acontecimientos atraviesa el estómago.
La serie relata el lado más oscuro del mundo de la música, demostrando como algunos artistas son explotados como productos mientras se deja a un lado su salud mental. Además, construye una estética entorno al mundo de la noche de lo más interesante.
También resulta esclarecedor comprobar cómo Lázaro, un joven lleno de dificultades económicas, sobrevalora la vida de su artista favorito y es capaz de tener la sangre fría necesaria para dejar todo atrás y comenzar un nuevo camino.
Muy recomendable.