La saga de “Padre no hay más que uno” sigue aumentando sus fronteras, en esta ocasión, llegando hasta la Navidad en pleno mes de julio. La película dirigida por Santiago Segura continúa siendo un éxito asegurado, puesto que las salas de cine están llenas de espectadores deseosos de disfrutar del estreno.
En esta ocasión, el director refleja todos los problemas desencadenantes que conlleva Navidad en los hogares españoles, desde montar el Belén hasta la llegada de los suegros cansinos. Aunque son auténticos tópicos, logra que el espectador se sienta identificado con ellos y termine riéndose.
Por otro lado, se puede presenciar un gran crecimiento de los pequeños protagonistas, aumentando su carisma en grandes dosis. Sin duda, son lo mejor de la película, puesto que los adultos quedan relegados a un segundo plano, debido a su falta de credibilidad recitando el guion.
Es una película recomendada para reírse en familia, sin buscar grandes pretensiones.