En 1996, los hermanos Coen crearon una película de culto que poco creo que podían imaginarse que se extendería tanto en el tiempo. Ya que este film de humor negro con toda la esencia de los directores tiene su serie desde 2014, contando con 4 temporadas y una 5.ª cuya fecha de estreno es el miércoles que viene (21 de noviembre de 2023). La cuestión es que hemos visto muchas series que adaptan películas, pero no siempre son buenos resultados, así que, ¿qué ocurre con Fargo en este sentido?
Para empezar, hay que decir que, para quien no la conozca, la serie no adapta realmente la película, e incluso en cada temporada es una historia diferente en puntos temporales y geográficos diferentes, teniendo poca relación entre ellas (algún que otro personaje secundario que aparece y suele tener poca relevancia y cosas así). Entonces, nos podemos preguntar por qué la serie Fargo sí es una adaptación de la película Fargo, y la respuesta no está en los actores, o las continuaciones de trama, sino en su esencia en sí.
Si desarrolláramos una lista de qué define a Fargo en su totalidad como producto audiovisual los puntos que no pueden faltar son el crimen (secuestro, asesinato, estafa o varios a la vez), una pareja de matones realmente extraños (personalidades dispares, hermanos que visten y actúan prácticamente igual o dos personas que solo se comunican entre ellos en lengua de signos), la justicia representada de manera lenta pero incansable que acaba siempre triunfando (una policía embarazada que le cuesta un poco moverse, una policía a la que le frena un jefe incompetente, un policía con un transtorno obsesivo compulsivo severo) y el humor negro, sobre todo representado con pequeñas casualidades o accidentes pero con una repercusión enorme (un tropiezo que hace que alguien se vuele la cabeza sin querer, un encuentro fortuito con un criminal años más tarde, o incluso un OVNI que aparece en medio de un tiroteo). En el siguiente vídeo se puede ver un extracto de una escena un tanto surrealista del villano de la primera temporada que refleja bastante bien lo absurdo de las situaciones en Fargo.
Teniendo en cuenta estas cuestiones, se puede ver cómo las temporadas de Fargo cuentan con los tropos que establece la película, pero cada una de ellas los lleva a su terreno y le da las características individuales que hacen que cada temporada tenga, a su vez, su propio estilo. Aunque todo esto se respete, es cierto que la serie aumentan también la cantidad de elementos que ya se pueden considerar como parte de la mitología de Fargo, como puede ser el villano con nulas habilidades sociales de la primera temporada o el ultracalculador antagonista de la tercera temporada que tiene un trastorno de la conducta alimenticia que poco aporta a la trama, pero que da profundidad al personaje y, además, juega con la metáfora de insaciabilidad a la hora de ganar dinero bajo cualquier costo. Ahora bien, con el paso de las temporadas, estos elementos se van diluyendo en algunos puntos, estando cada vez más alejados de la película; ya que, por ejemplo, si la justicia siempre vence en el universo de Fargo, cómo consigues eso cuando los protagonistas pertenecen a dos mafias criminales que, obviamente, no se traen nada bueno entre manos, como ocurre en la cuarta.
Por ello, la primera temporada es la más fiel a la película, incluso a nivel de conexión de trama con ésta y a nivel estético, mientras que la cuarta cuenta con poco más que los elementos característicos de manera más soterrada. Esto no reduce para nada la calidad de la serie ya que, por ejemplo, la tercera temporada me parece la mejor de todas, porque no sólo es una buena serie y respeta varios puntos de Fargo, sino que, además, está planteado como la fábula de Pedro y el lobo, y esto llega a reflejarse incluso en la música de Jeff Russo, compositor que ha estado creando la partitura de todas las temporadas. Y mientras que la segunda es más apegada a la película y a, digamos, el tono inicial, me parece la más floja porque no consigue engancharme y darme la velocidad absurda (a veces por rápida y a veces por lenta, pero siempre desconcertante) que tiene el resto de la serie. ¿Pero qué ocurre con la quinta temporada?
Pues bien, el tráiler que tenemos arriba nos da algunas pistas de la intención de narrativa que se pretende conseguir. Parece que tenemos igualmente a la justicia, el humor negro ya se ve claro desde el principio que estará muy presente en los diálogos y, probablemente, también en los hechos fortuitos que ocurrirán, y la pareja extraña puede intuirse también. Este último punto parece que abrirá la veda de la trama con un intento de secuestro, como ocurre en la película, pero, para darle más coña al asunto, la respuesta a ese crimen parece estar cerca de un juego de trampas, referencia a Solo en casa, para detener a los criminales. Y en cuanto al villano extraño, podría incluso arriesgarme a decir que es la protagonista, que en un principio aparecerá como una simple ama de casa estadounidense con bastantes secretos; aunque también cabe la posibilidad de que lo pintoresco venga del cowboy con piercings en los pezones que interpreta John Hamm. Respecto a la música, Jeff Russo también compone la banda sonora de esta temporada, pero no tenemos aún ninguna muestra de su trabajo. Comparta o no los tropos de Fargo, y lo haga en la medida que lo haga, podemos ver en el tráiler que nos espera una temporada cargada de humor negro y situaciones absurdas que nos traerá 10 episodios (con doblete en el mismo día del estreno) de disfrute farguense.