Escuchar por primera vez un disco, es similar a abrir las puertas del corazón de los artistas que lo firman. Pero no existe una mejor sensación: que sean los propios músicos en persona lo que lo hagan. Ayer los chicos de Veintiuno sonrieron y mimaron a sus fans madrileños en la firma de discos del «Arte de Perder».
«El arte de perder» en acústico es la delicadeza absoluta, una textura que invita a ser acariciada por el oyente y un mundo francamente inmersivo.
El showcase comenzó con «La Ruina», que poco tiene del significado de su nombre y si mucho de riqueza sonora. Posteriormente nos pasearon por «La Toscana» y «A la orilla» descubrimos la belleza del amor así como una de las joyas ocultas del disco «Fiera». Y como no podía ser de otra forma, «La vida moderna» supuso un punto y seguido que dio el pistoletazo de salida a las firmas, las confidencias y las fotos.