• septiembre 29, 2023 1:56 pm

Delirium Nostri

Cultura con un toque muy personal

La vida de las Drag Queens más allá del maquillaje

PorLaura Salas

Abr 7, 2023 #Drag Queens

Las drag queens son una cara muy visible del colectivo LGTBIQ+. Su maquillaje deslumbra y sus increíbles vestidos dejan con la boca abierta a cualquiera. Pero ¿qué hay detrás de este arte? ¿cómo es el día a día de una drag no mainstream? Para resolver estas preguntas nos adentramos en la sala Don´t Stop donde actúan Europa Vestidero y Satine Fansy.

Previamente a comenzar con la concepción individual de las entrevistadas, es importante definir esta profesión artística. El arte drag tiene dos vertientes: las drag queens que exageran lo que socialmente se entiende como femenino y los drag kings que se centran en lo socialmente masculino. En rasgos generales, se entiende como una práctica paródica y celebrativa donde un hombre se viste como una mujer y una mujer como un hombre (Loi, M., 2017).

El origen de este arte se señala en la Inglaterra del Siglo XIX en Reino Unido. Su función era caricaturizar el comportamiento social de la época haciendo especial hincapié en la aristocracia y la organización social. Con frecuencia eran actores disfrazados de personajes femeninos que hacían acto de presencia en el teatro de variedades de la época (Vogel, S., 2009).

En España el arte Drag se ha ido transformando con el paso de los años, estando muy influenciado por las variaciones culturales e incluso políticas. Durante los 70 y 80 se buscaba la imitación perfecta, aunque exagerada de las folklóricas de la época. Además, se tomaban como referentes del colectivo artistas que no pertenecían a él, como lo son Lola Flores, Rocío Jurado o Marujita Díaz (Segovia, M., 2022).

Posteriormente, durante los años 90, se deja atrás la perfección para apostar por la parodia y la exageración, teniendo muy presente los ídolos pop con su respectiva estética. Madonna y los corsés de Jean Paul Gaultier eran un espejo donde mirarse para las drag queens de la época (Segovia, M., 2022).

Para explicar la situación de las drag queens del presente, se van a tomar como ejemplo los casos de Satine Fansy y Europa Vestidero. Para narrar su historia, es importante empezar por los duros aunque vocacionales inicios.

En el caso de la primera, su inspiración brotó a partir de una mudanza. Sus compañeros de piso, hasta la fecha desconocidos, estudiaban moda y eran drag queens. Satine declara: “me gustó y dije aquí puedo mezclar todo lo que yo hago, puesto que hacía teatro, musicales, maquillaje, disfraces…” (Salas, L., 2022). Corría el año 2017.

El caso de Europa Vestidero es diferente: “yo empecé a ver DragRace en pandemia y a hacerlo en pandemia. Empecé a practicar y ¡boom!” (Salas, L., 2022). Aunque, su vocación tiene un origen mucho más lejano: “yo desde pequeño hacía drag pero no lo sabía. Mi madre con 6 años me decía que de mayor iba a ser travesti. Una visionaria (Salas, L., 2022).

Ambas coinciden en la dureza que supone empezar en este mundo. Resulta esclarecedor el testimonio de Europa Vestidero: “me echaba cera para el pelo en las dejas porque no tenía otra cosa o el maquillaje de mi madre del bazar que llevaba 7 años caducado. Claro, me daba conjuntivitis (Salas, L., 2022).”

Durante estos inicios se muestra una variación en los referentes de las entrevistadas, puesto que pertenecen a generaciones diferentes. “Cuando yo empecé la mayoría de las drags no tenían Instagram”, declara Satine Fansy (Salas, L., 2022). Por lo tanto sus looks iniciales estaban inspirados en ilustradores y cantantes. Europa Vestidero, por su parte, señala a Paquita y a Aquaria como sus referentes. En el caso de la primera declara: me animó un montón a experimentar con el maquillaje” y en cuanto a la segunda: “me ayudó a decir sé una puta friki no pasa nada. Yo antes hacía cosplay (Salas, L., 2022).”

La visibilidad que ha dado Drag Race España al arte drag ha sido fundamental. Europa Vestidero añade que ha sido elemental en sus inicios, aunque todo ello tiene una capa oscura. Satine lo explica: “el público espera una cosa de ti que no vamos a conseguir. Esperan que lleves un look que te ha costado 35 mil euros”, lo que ha desembocado en consecuencias duras: “no conozco a nadie que el drag no le haya provocado ansiedad” (Salas, L., 2022). Sobre la salud mental también habla su compañera: parece que tu única misión como drag es entrar a Drag Race. Cuando no pasa te sientes un despojo. Sientes que no eres válida y que vas a defraudar a tus seguidores” (Salas, L., 2022).

Estos estereotipos parecen no afectar a la sala Don´t Stop. JM, el encargado de la sala declara: “Drag Race es un programa de televisión, no todas las Drag Queens tienen que hacer piruetas dobles en el aire.” (comunicación personal, 23 de octubre de 2022). Además habla sobre el público que visita su sala: “entienden que estos espectáculos no son un programa de televisión” (comunicación personal, 23 de octubre de 2022).

Por otro lado, las entrevistadas nos hablan sobre lo que conlleva intentar establecer lazos sentimentales siendo Drag. Santine comenta: “antes de Drag Race España, en el momento en el que aparecía que eras drag tenías un bloqueo inmediato (Salas, L., 2022). Europa habla de la actualidad: “ahora les cambian los ojos y empiezan a decirte que quieren que les maquilles y te enseñan todas las actuaciones que quieren hacer como si fuera un casting” (Salas, L., 2022). Santine sentencia: “nos tratan como a objetos” (Salas, L., 2022).

Por otro lado, el proceso de creación de un personaje drag es concebido como un proceso similar al de cualquier artista que busca una imagen para darse a conocer, con la indispensable ayuda del marketing (Segovia, M., 2022). Drags como La Prohibida o Dolly se asimilan a una caricatura fruto de la ficción, puesto que realizan una exageración sobre la feminidad. Aunque también sigue en auge el transformismo clásico que pretende llegar a la imitación ideal de un personaje concreto (Vegas, V., 2022).

Las entrevistadas no encuentran diferenciación de su personaje drag con su personalidad real. “Lo compartimos todo”, declara Europa Vestidero, además añade: “para mí el personaje drag es una evolución de tu persona base. Sacas tu personalidad para llevarla al máximo: te haces mucho más divertida y todo ello” (Salas, L., 2022). Por su lado, Satine habla sobre la creación de la personalidad de un personaje drag: “hay gente que se crea un personaje de cero y es totalmente lícito aunque en la mayoría de los casos raramente ocurre esto” (Salas, L., 2022).

Se les ha planteado a ambas entrevistadas cuáles son las características que debe tener una persona para ser una buena drag. La respuesta ha sido unánime. Satine lo explica de forma clara: “para mi sinceramente debe tener dinero. Tener looks con bolsas de basura tiene un límite. Se acaban las ideas.” (Salas, L., 2022). Por otro lado, la artista también nos habla de otra elemental cuestión: “hay que tener un poco de personalidad. Hay gente que se lanza al escenario sin presencia escénica” (Salas, L., 2022). Europa apoya a su compañera: “el talento no se tiene, se encuentra y se crea. Hay que esforzarse. No vas a ser la mejor nada más llegar” (Salas, L., 2022).

En cuanto a las actuaciones, ambas resaltan el poder de la improvisación: “obviamente practico un mínimo y tengo un mapa mental. Aunque considero que improvisando hay un punto más humano y enérgico”, confiesa Europa (Salas, L., 2022).

El tiempo de preparación varía en comparación entre ambas. Mientras que Satine se prepara en una hora y cuarto, Europa tarda tan solo 25 minutos: “llego tarde a todos los lados, he aprendido a maquillarme rápido porque es el tiempo que tengo.” (Salas, L., 2022).

También distan en la forma de elegir los looks. Satine busca una similitud con los espectáculos musicales mientras que Europa presume: “soy diseñador y si me apetece hacerme algo me lo hago. A veces no hay tiempo ni dinero, por lo tanto hay que recuperar”. (Salas, L., 2022).

Para hablar del show es elemental destacar la importancia de los espacios en los que realizar espectáculos drags. En el caso de la sala Don´t Stop supone adentrarse en un ambiente familiar, donde la intimidad permite mirar a los ojos a las artistas mientras despliegan todos sus talentos como si fuesen unas alas.

En la actualidad madrileña hay espacios que han adaptado sus instalaciones para celebrar este tipo de festejos. Ejemplo de ello es el pionero Gula Gula o Medias Puri (Segovia, M., 2022). Además, se han puesto en marcha diversas iniciativas como la nueva ruta del Drag, la Gala de las Reinas o la ROAR Party, así como concursos y galas temáticas. También está “La Dragala”, importada de Barcelona y celebraba por seis locales que se salen de las fronteras de Chueca (Márquez, A., 2022).

Organizar este tipo de shows es una declaración de intenciones para el encargado de la sala. JM declara: “no queremos ser un bar de copas más, tenemos mucho que ofrecer y mucha confianza tanto en los jóvenes talentos como en el arte.” (comunicación personal, 23 de octubre de 2022).  Además, los espectáculos drag no suponen una complicación en el espacio: “recurrimos a las sillas y mesas que adquirimos durante la pandemia y cada vez que hay un show las usamos creando un pasillo central por el que ellas pueden pasear, moverse e interactuar con el público” (comunicación personal, 23 de octubre de 2022).

Las artistas se muestran cómodas en la intimidad del espacio: aquí todo es más libre y puedes disfrutar. Es increíble poder ser más vanguardista”, declara Europa (Salas, L., 2022).

Aunque no siempre esto es así. La propia Europa nos muestra una parte cruda de los espacios: “a mí me encasillan como la travesti de Halloween. El resto del año no existo, habré trabajado como tres días este año.” (Salas, L., 2022).  Satine resume este hecho: “el drag es como todo en este mundo: contactos y enchufe” (Salas, L., 2022).

Los espacios han evolucionado con el paso de la pandemia, algo que no ha sido positivo para ambas entrevistadas: “era únicamente consumir drag, como cuando vas al teatro”, declara Europa Vestidero (Salas, L., 2022). La vuelta de las fiestas masivas ha provocado situaciones incómodas. Satine Fansy habla de su propia experiencia: “hay mucha gente que no le ves el pelo sino hay una fiesta de por medio y luego van de que te apoyan (Salas, L., 2022).” Además, Europa nos relata una situación vivida: “he llegado a escuchar en los baños como decían en la puerta: ‘me ha gustado la fiesta pero cuando actuaban me cortaban el rollo’” (Salas, L., 2022).

Por lo tanto, el prototipo de persona que asiste a shows en espacios más íntimos es claro: “es gente cercana, que sabe que lo que va a consumir y que lo respeta”, habla Europa (Salas, L., 2022). JM añade más rasgos a la definición del público asistente, resaltando en todo momento el respeto que tanto aporta al ambiente: “son personas jóvenes, una cantidad moderadas de chicas y un gran porcentaje de chicos. Toda esta gente está vinculada con el colectivo LGTBIQ+. “(comunicación personal, 23 de octubre de 2022).

Previamente a los shows, se realiza un pasacalles para captar a gente sin entrada. En estos momentos la sala ha vivido momentos tensos, JM habla sobre ello: “recibimos muchas respuestas desagradables y suelen venir por parte de chavales aparentemente heterosexuales” (comunicación personal, 23 de octubre de 2022). Por lo tanto, ha ocasionado que se tomen medidas: “no solemos hablar con grupos de chicos de entre 18 y 25 años porque sabemos cuál va a ser la contestación.” (comunicación personal, 23 de octubre de 2022).

Pese a la crudeza de la vida Drag, su trabajo es esencial para la normalización del colectivo y ambas entrevistadas tienen claro su labor haciendo alarde de ello. Satine habla claro: “el drag es la cara más visible del colectivo. Es una reivindicación constante de roles e identidad.” Europa aporta su opinión: “es la mayor plataforma que hay para reivindicar. Hay que aprovechar el escenario para mandar mensajes.” (Salas, L., 2022).

Para finalizar, las entrevistadas miran al futuro con optimismo. “La gente de ahora no tiene la mierda en la cabeza de decir sino me pongo eso no va a ser lo suficientemente femenino o lo suficientemente drag. Estas cosas ya están derribadas” (Salas, L., 2022). Además, Europa añade: “las drags chulas llevan mucho tiempo haciendo drag en privado, saben lo que es hacer arte y lo han cuidado.” (Salas, L., 2022).

En conclusión, hacer drag es una actividad solo para valientes, puesto que hay muchas circunstancias contra las que luchar. Por lo tanto, hay que añadir en las características para ser una drag ideal la fortaleza mental.

Una vez más, los medios de comunicación son un canal que favorece la visibilidad. Aunque, como sucede en otro tipo de temáticas, se demuestra que es elementar consumirlos con una mirada crítica, puesto que la pantalla de la televisión o de los dispositivos móviles no son un espejo de la realidad.

Por otro lado aunque las nuevas generaciones aún siguen teniendo muchas fronteras que derribar, es elemental escuchar a sus antecesoras para aprender a caminar por el mundo drag, siendo consciente de la historia. Sin duda, estos testimonios son un aprendizaje vital que va más allá del arte en sí mismo.

Bibliografía

Segovia, M. (15 de marzo de 2022) Semana del Orgullo 2021: ¿Qué diferencia hay entre ‘drag queen’ y travesti? RTVE https://www.rtve.es/television/20220315/orgullo-gay-lgbt-drag-queen-origen-diferencias-transformismo-travesti-valeria-vegas/2107203.shtml

Márquez, A. (11 de julio de 2022) En búsqueda de espacios seguros y menos precarios: las Drag Queens toman Madrid. Efeminista. https://efeminista.com/precariedad-inseguridad-drag-queens/

Loi, M. (2017) Cuerpo y cultura visual en la deconstrucción de los roles de género [Tesis de doctorado, Universitat de Barcelona] TDX

Salas, L. (16 de noviembre de 2022). Hablamos con Satine Fans & Europa Vestidero / Delirium Nostri [Vídeo] YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=btTF9uXr0Gc

Por Laura Salas

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