Paula Mattheus es una cantautora que contiene la esencia de quien lleva décadas a sus espaldas conquistando oídos ajenos. Pero, lo cierto es que fue una de nuestras artistas revelación del pasado año. La cantante continúa firme en su trabajo tras la publicación de su nuevo proyecto titulado “Mi concierto en el balcón”, disco disponible desde el pasado 4 de noviembre.
Este conjunto de canciones posee un toque intimista en sus letras. Abre su corazón para estrujar con sus potentes letras el de sus oyentes, es decir, contemplamos a una artista que domina el arte de intercambiar almas cuando canta. En definitiva, su historia se convierte en la de todos. Además, hay que resaltar el potente sonido con el que están arropadas las canciones, puesto que sabe a directo.
En este disco podemos disfrutar de una clara temática: se deja atrás un amor y en el presente solo cabe el proceso de intentar superarlo. Como si fuese un dado con diversas caras, Paula Mattheus nos hace subirnos en el vagón de una montaña rusa de sentimientos.
Ejemplo de ello es la rabia, enmascarada por una perspectiva melancólica que bien podría verse reflejada en un día de aguaceros. Las canciones que recogen esta esencia pueden resumirse en “Cuando te olvides de mi” o “Tocado y hundido”, mi punto débil de toda esta historia.
Si antes hablábamos de la lluvia melancólica, ahora llegamos a la tristeza, que hace quererse abrazar a un pilar que podría asimilarse con un pilar que al que si se destruye, podría llegar a hacer cojear toda una estructura de hormigón. La cantante no solo nos habla del amor al prójimo, sino también de la importancia de quererse a uno mismo para que el mundo gire en el sentido correcto. Con canciones como “Quiero mirarte para siempre” o “No saben nada”.
Aunque una tristeza con final predestinado a la oscuridad también está presente, llegando al culmen de caricias en el corazón. ¿Cuáles son las canciones para llorar sin cesar? “Me das miedo” o “No soy yo eres tú”, donde hay una perspectiva empoderante.
A pesar de la temática del disco, también hay momentos para bailarle al despecho, como se resume en “La Hipoteca” junto a Rozalén. Hablando de duetos, en este disco podemos disfrutar de la máxima calidad de uniones vocales, puesto que Ciudad Jara, David Otero o Despistaos parecían estar predestinados a encontrarse con la joven cantautora.