Desde su salida de La Oreja de Van Gogh, Leire Martínez ha demostrado que a elegancia no le gana nadie. Su primer sencillo en solitario es una reafirmación de esta positiva característica. Nos ha enseñado que la rabia se puede canalizar sin llanto y sin violencia, y los versos llenos de su verdad son los verdaderos golpes sobre la mesa. Desde este viernes podemos disfrutar de “Mi Nombre” en todas las plataformas digitales.
En esta canción la artista abraza el pop-rock con mucha más fuerza que durante su etapa en La Oreja de Van Gogh. De esta forma, se realza de forma positiva su carisma poderoso y se potencia el fuerte mensaje para convertirlo en un tema histórico dentro de la historia de nuestra música. Sin duda, no puede haber mejor forma para darle en las narices a alguien que nos hizo daño.
La letra es digna de ser analizada verso a verso. En un primer lugar, nos habla del sentimiento de culpa, dejando claro el miedoso sentimiento que invade a quien se lo hizo creer. Como un ave fénix, resurge para demostrar que nadie la posee, sin duda, es un puente sonoro perfectamente orquestado en la producción. A continuación, manda de paseo a quien no la quiso, para que en su camino encuentre una sustitución que nunca será ella. Pero ahí no se queda el asunto. Como no podía ser de otra manera, baila “el último vals” haciendo referencia a que “siempre serán bienvenidos a su lugar”.

