La electricidad es una forma de ver la vida. Todo lo impregna, hasta a quien se atreve a tocarla. Así son los shows de Álvaro de Luna, puras vibraciones llenas de vida, y así lo demostró, una vez más, en su paso por el CCME.
El sevillano empezó como una auténtica estrella del rock en español, enseñándonos lo que es «Portarse mal» y el salto eterno de «Hoy Festejo». Con tan solo dos canciones, ya tenía al público en su bolsillo.

El sol radiaba con fuerza, pero él lo levantó en «Levantaremos al sol» y terminó en los siempre clásicos, «Todo Contigo» y «Juramento eterno de Sal». Himnos que reafirmaron su hueco en nuestro corazón con un salto eterno.
Difícil no sentir la adrenalina recorriendo las venas.