Hay discos que hay que escucharlos con un buen cúmulo de palomitas. Quizá es el gusto gastronómico el único sentido que se puede despegar del trabajo musical que hay delante, pues para sacarle el máximo partido hay que subir el volumen y dejar que el mundo se detenga. Este es el caso de “Reboot”, el primer disco de Paul Thin publicado el pasado viernes.
El disco comienza siendo cine, aunque en la segunda canción regresa a tierra con una alta dosis de realidad. El artista nos habla de cómo el alma se despega del cuerpo debido a los estímulos del público en “Vértigo” y cómo intenta buscarlo de nuevo sin resultado aparente, navegando sin rumbo por camas ajenas, en “No es la mía”.
Posteriormente, Paul nos relata cómo su alma se relaciona con otras en “Tuyo”. El mundo que le rodea es únicamente relacionado con el trabajo y su corazón no termina de llenarse, pues los demonios crecen y él teme afectar al prójimo. Recalcar ese grado de humanidad le hace nuevamente grande.
A continuación, llega “Descanso”, una de mis canciones favoritas por excelencia del disco. El artista admira la vida sencilla, mientas se relaciona con la culpa y visibiliza esta lucha interna con un temblor de manos. Además, reinventa el género de las baladas con un sello muy personal.
“Volverás a llamar” demuestra que el mundo se puede arreglar con una alta dosis de amor. Él lo expresa con una sinceridad abismal, que continúa tomando forma en las posteriores canciones de “Reboot”. Precisamente, la canción homónima al título del disco demuestra el sufrimiento interno que arrastra, pero también su deseo de vivir de forma sana. Deriva en “Mi Corazón”, donde un corazón lleno de gratitud, pero catalogado con anterioridad como robótico comienza a moldear el concepto del amor y en “Fiebre del oro”, encuentra el gran tesoro que supone querer.
Todos estos cambios ante una nueva vida son reconocidos en “El Diablo se viste de mí”, pero aún así, pide la ayuda del prójimo para no despegarse del suelo. Además, se enfrenta cara a cara contra aquel que incita a sus demonios en “Quién”. Sin duda, es una forma sublime de acallar a los haters.
El trabajo finaliza desconectándose del mundo robótico y de la masa, para hacer que florezca la “Luz” en su pecho. Ahí le habla a su público de sus propios miedos e inseguridades de una forma muy natural.
En definitiva, es un disco donde Paul construye su propio sello, lleno de originalidad y mundo interno. Sentir es fácil con su voz como narradora.
Recuerda que puedes disfrutar de nuestra pequeña entrevista con Paul Thin en el siguiente video:
Además, puedes leer nuestra crónica de cómo fue la presentación del disco en Madrid: