En la intimidad de la penumbra, donde las verdades toman forma de canción y las voces enmudecen por miedo a romper la magia, Anaju deleitó a su público madrileño en la mítica Sala Búho Real.
La artista navegó por los mares de su discografía, para hacer cristalinos sus ojos. «Rota», «Agua Bendita» o «Mal de ojo» fueron algunos de los temas que pasaron por el escenario. Aunque mi momento favorito fue su interpretación de «Carbón» y su reinterpretación del clásico de Amaral: «Cómo hablar».
La recta final del concierto fue protagonizada por una lluvia de estrenos, los cuales traspasaron nuestra piel. «Apagón» que reconoció la oscuridad de la depresión, «Pasajera» que visibilizó las relaciones tóxicas y «Ana» una oda así misma que todos nos deberíamos aplicar a nuestro día a día.
¡Chapó!

