“Monstruos a la obra” es el Spin Off de Monstruos S.A. Los entrañables Mike y Sulley se quedan a un lado en términos de protagonismo para otorgárselo a Tylor Tuskmon un joven recién salido de la universidad que se encuentra con un familiar panorama para la gente de su edad pues la vida laboral no tiene nada que ver con lo que él estudió (ser un asustador). Hay que recordar que la planta de sustos, gracias a los encantos de la pequeña Boo, se transformó en una empresa que se alimentaba de la risa de los niños.
En una primera instancia, la serie la recibí con gran entusiasmo pues cubría un hueco en la cronología de esta saga tan querida que desconocíamos, pero desgraciadamente, desde un primer momento cae en tópicos sobrexplotados. El protagonista va a parar al equipo de mantenimiento para trabajar codo con codo con un grupo de raritos que en un primer momento no soportará pero que gracias a frases con exceso de azúcar se convertirán en sus mejores amigos. Personalmente, busco en las creaciones de Pixar una visión vitalista y madura transmitida en forma de dibujos animados y “Monstruos a la obra” es todo lo contrario.
A pesar de todo esto, estoy segura de que los más pequeños de la casa estarán encantados de ver las aventuras de estos Monstruos, pues cada capítulo es diferente, de corta duración y muy dinámico.
Lo único salvable son las escenas post-créditos cuando Mike Wazowski coge las riendas de las clases de comedia y da al espectador una ración de su maravilloso sentido del humor servido en forma de situaciones rocambolescas.