Lola Índigo se convierte en «La Reina» del Metropolitano
FOTOGRAFÍA REALIZADA POR ELENA CAMACHO MORENO

Lola Índigo se convierte en «La Reina» del Metropolitano

Anoche vivimos un concierto de esos de los que sales con la mente completamente en blanco, subido en una especie de nube que sabes que, en cuanto le de un poquito el aire de la rutina, el recuerdo de esta noche, te va a impulsar como la gasolina a un coche en dirección a cumplir tus metas vitales. Porque sí, los sueños se cumplen y Lola Índigo lo demostró anoche en su primer estadio.

A veces hay que tocar el cielo, para cimentar con más fuerza la raíz en el suelo. El inicio del concierto fue una muestra de ello. «Ya no quiero na», fue la proyección de miles de recuerdos atados a una canción que ya nos ha visto crecer a muchos, donde no faltó la adrenalina. Camino similar de «Mujer Bruja». 

Entre la simbología andaluza y mirar al nacimiento de la «Luna», nos introdujimos, casi sin darnos cuenta, en el oasis de «GRX». «El Condenao», «De Plastilina» o la versión de «Corazón Partío», nos hicieron sentirnos habitantes fieles del sur de nuestro país. Ahí está la magia del arte, en hacerte sentir de cualquier parte solo con una voz. 

La noche llegó, acompañada de un fuego hipnótico. Sobre unos andamios, las llamaradas hicieron acto de presencia para subir la temperatura. «El humo», «Yo tengo un novio» y «4 besos» cerraron esta etapa del concierto. 

A continuación, el color rosa llegó y en consecuencia la fantasía absoluta y plena, que atravesó hasta los campos de las colaboraciones. La primera en abrir la noche fue Tini en «La Niña de la Escuela». Posteriormente la sensualidad de «Killa» aterrizó, y la locura de la complicidad junto a Belén Aguilera en la siempre inmortal «La Tirita». «Toy Story» y «ABC» fueron el tiempo perfecto para agradecer a los fans la siempre entrega y espera. «Lola Bunny» con una lluvia de balones rosas entre el público, cerró la apoteósica era de «La Niña». 

El huevo de dragón volvió a resurgir del centro del escenario para escupir fuego a raudales. «El tonto» abrió la etapa y el broche de emoción lo pusieron «Sin autotune», dedicado a una fan fallecida y «Dragón», donde Lola se convirtió en esa niña soñadora que tanto tiempo lleva brillando. Además, Paulo Londra hizo las delicias de los presentes con «Un perreito para llorar». 

La traca de fin de fiestas, lo puso, como no podía ser de otra forma, «La Reina». Sin duda, ha sido una noche para no olvidar. 

No quiero acabar esta crónica sin agradecerte Lola tu entrega y tu mirada felina ante los retos. Eres aliento para seguir adelante. Te esperaremos siempre. ¡Cómo me alegro de verte ahí tía! 

Laura Salas

Soy fan, luego existo

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