Tras meses de espera, el Benidorm Fest descorrió su telón, regalando una noche mágica a los fans de Eurovisión. El esfuerzo de RTVE dio sus frutos sorprendiendo de forma escalonada con las actuaciones, las cuales fueron de menos a más. Además, el dinamismo reinó durante todo el show, no dando lugar a espacios repetitivos que provocasen el aburrimiento generalizado.
Los encargados de abrir la noche fueron los chicos de Varry Brava. Indiscutible es el hecho de que “Raffaella” es un auténtico temazo. La fiesta se instaló sobre el escenario con un auténtico despliegue de color y carisma. Aunque, faltó el factor sorpresa escenográfico, pues su actuación, aunque estuvo llena de potencia, fue muy plana.
El relevo lo tomaron todas unas expertas en la materia como son Azúcar Moreno con su “Postureo”. El poderío “made in Spain” estuvo presente en todos los rincones del escenario de Benidorm partiendo desde su forma de pisar el escenario hasta en el trabajo coreográfico. Pero, igual que les pasó a Varry Brava, pecaron de lineales.
Cuando pensamos en grandes actuaciones eurovisivas rápidamente se viene a la mente el brillo ejecutado por coreografías impresionantes y puestas en escena de ensueño, pero, olvidamos que la belleza real se encuentra en la elegante sencillez. Blanca Paloma dio una auténtica lección con su “Secreto de agua”.
Minutos después, los chicos de Unique saltaron al escenario. Su propuesta fue de menos a más, comenzando sobre el piano y terminando con una auténtica explosión de piruetas. En resumen, a nivel escenográfico fue una auténtica locura, aunque por todos es sabido que cantar y bailar está al alcance de muy pocos… Muchas notas chirriaron y restaron al resultado de un trabajo coreográfico brillante.
Cuenta la leyenda que lo mejor siempre llega al final, y así fue. Tanxugueiras miraron a cámara y pisaron el escenario con una indiscutible actitud de ganadoras. Derribaron las fronteras del idioma, provocando la emoción del público, que cayó rendido a sus pies. Y por supuesto, defendieron su raíz a capa y espada con múltiples sorpresas durante toda la actuación. Aunque, considero que la realización no terminó de sacar el brillo al trabajo de los dos bailarines.
La sorpresa de la noche fue Chanel y su “SloMo”. La artista adquirió el canon de diva eurovisiva con mucha potencia y clase. Y no solo eso, la puesta en escena también acompañó. Si no es este su año, ojalá vuelva a intentarlo el que viene. Artistas como ella son necesarias en el festival.
Hoy más y mejor… ¿Estáis preparados?