Podría dedicarle un artículo entero a la importancia de un oasis de sutileza de vez en cuando en la música. Para ello, es vital artistas como Bely Basarte o el propio creador de esta canción, Manel Navarro.
En cuanto a la letra, estamos ante una canción de tres minutos de verdad, verdad y más verdad. Tres minutos de desnudo integral. Tres minutos de regalo.
La base, elegante, marca el ritmo de un tic tac que marca el latido del corazón, tanto del oyente como de la historia.
El videoclip explota la vertiente más emotiva enfocada al pensamiento de lo que fue y se marchó.