Un artista se convierte en parte de la familia de un seguidor cuando sabe mirar en lo más profundo de sus ojos, como dos seres llenos de sentimientos en común. El cantante acierta cuando deja la fama atrás y se pone a la altura de sus fans, dejando atrás el vértigo que provocan los escenarios. Un ejemplo de ello es Álvaro de Luna que regaló a sus seguidores una firma de discos inolvidable.
Mientras el público calmaba los nervios coreando las canciones de su ídolo, Álvaro saltó al escenario del Corte inglés de Callao junto a sus músicos y como no podía ser de otra forma, la fiesta se instauró en la sala con «Hoy Festejo» que derivó en un «Rockstar» junto a dos jóvenes fans.
Cómo no podía ser de otra forma, las decenas de seguidores reunidos unieron sus corazones fusionándose en uno solo para cantar a viva voz «Todo contigo» y «Juramento eterno de sal».
A continuación, el artista se entregó en cuerpo y alma a los asistentes, haciendo sus delicias con cientos de abrazos, conversaciones llenas de calma y sonrisas por doquier.