La música es energía capaz de mover todo tipo de masas, desde personas muy diferentes entre sí unidas por canciones narradoras de vida, hasta la comisura de los labios en sentido ascendente para culminar en una sonrisa. Una experta en crear este tipo de vida, es Samantha, artista que anoche comenzó su gira «Antidotour» en La Sala del Wizink Center de Madrid.
Durante todo el show, la energía alcanzó cuotas dignas de tocar la cima de una montaña, debido al gran carisma de la artista y sus fieles coristas: el público.
Comenzó con «Harta de mi», permitiendo que el público desahogase sus cargas internas. Pero esta no fue la única emoción que creó la cantante, sino que también fue capaz de acariciar corazones con temas como «Mi Pecado Favorito» o «Todo de ti», para después romperlos en mil pedazos con baladas de altos vuelos como «Mar de dudas» o «Fuimos».
Además, durante el concierto pudimos disfrutar de grandes colaboraciones. Polo Nandez interpretó junto a la artista «Para que estemos juntos». Posteriormente, el destino nos regaló el esperado abrazo musical con Chica Sobresalto con el himno de La Oreja de Van Gogh, «20 de enero». Y las colaboraciones finalizaron con el relevo generacional de triunfitas con Denna en «Sin Más».
El concierto finalizó con corazones latentes de vida y saltos ilusionantes al compás de «Aguamarina» y «Un poquito cansada».
En definitiva, Samantha tiene el bolígrafo lleno de tinta para escribir un futuro prometedor en el que llenarnos de su calidez vocal y su directo brillante.