Super Mario y sus amigos han sido los últimos personajes producto de un videojuego que han saltado a la gran pantalla. Todos en algún momento hemos jugado a protagonizar sus aventuras y por lo tanto era una tarea obligatoria visionar la película en el cine. Los resultados no se han hecho esperar, ya que con tan solo un fin de semana en cartelera se ha convertido en la película basada en un videojuego más taquillera de la historia.
¿De qué trata la película? Los hermanos fontaneros Mario y Luigi intentan salvar las tuberías de Brooklyn. Cuando están bajo los cimientos de su ciudad, atraviesan un extraño conducto que los lleva a separarse. Luigi cae en el Reino de las Sombras, mientras que Mario aterriza en el Reino Champiñón. El fontanero intentará salvar a su hermano y a este espectacular mundo de las garras de Bowser con la ayuda de la Princesa Peach, Toad y los Kong. Bajo mi humilde punto de vista, es una película dinámica y divertida que contenta a toda la familia.

La trama podría ser la de cualquier videojuego, salvo la remodelación de la personalidad de Peach. La conocida Princesa es todo un ejemplo de empoderamiento y se asemeja a una mujer todoterreno del siglo XXI. ¡Chapó por Nintendo!
La película podría definirse como un viaje por todo el universo de la saga de Nintendo que explota toda la belleza de estos parajes. Destacan los colores y la calidad de las texturas del camino hacia la salvación del Reino Champiñón.
Como era de esperar, el film es una auténtica oda al fan de toda la vida, debido a que está llena de referencias a los diversos videojuegos de la saga. Además, abren las puertas a hacer más películas basadas en el universo Bross porque personajes tan queridos como Yoshi o Daisy no han aparecido y se les ha echado en falta.