Con la ilusión de seguir renovando su sueño, Nil Moliner presentó a Madrid su tercer disco, titulado «Lugar Paraíso». Este trabajo aún no había cumplido las 24 horas de vida cuando el artista catalán se lanzó a conquistar los corazones de sus seguidores con un especial acústico salpicado de buen humor.
Sin duda, el cantante logró crear un ambiente primaveral gracias a los hits de este disco y a su fiel guitarra. El comienzo del pequeño showcase fue protagonizado por «Dos primaveras», canción que derivó en una auténtica especialista en romper corazones como «Querer no me queda tan mal».
Además, logró combatir la oscuridad de una fría tarde en Madrid con acordes vitalistas. Posteriormente, pudimos abrazar la existencia con «Libertad» para luego alcanzar un «Vuela alto».