La música es un Ave Fénix, a pesar de que haya diferentes piedras en el camino siempre consigue sobrepasarlas y convertirse en más poderosa y brillante. La vida pone cada cosa en su lugar. Madrid le debía un concierto en el Play Push Festival del Hipódromo de la Zarzuela a Marta Soto y a Miriam Rodríguez. Como dos planetas con diferentes satélites y estados vitales, hicieron una obra de arte de cada nota que salió de sus gargantas.


Marta Soto descorrió el telón con «Nos hace falta valor». Tema con el que construyó una pacífica armonía de castillos sentimentalmente mágicos.
Gracias a su corazón sureño de deje que evoca a un mar en calma, consiguió hechizar al público y hacer que se subiese en su mágico tren lleno de temas como «Hoy en el metro».
Sus dedos volaron mimando las teclas del piano en «Como nos miraba el mundo». La intimidad que consiguió crear en tan solo tres minutos derritió corazones.
Instantes después, la mejor definición de amistad saltó al escenario. Pues, la andaluza compartió por primera vez «Podrás contar conmigo» con Miriam Rodríguez. El brillo en los ojos de ambas fue el reflejo de un sentimiento puro.


Soto se alió con sus exitosos ases musicales para hacer viajar al público por parajes muy diferentes. «Tantos bailes» transportó hasta Sevilla y «Entre otros cien» fue el primer atisbo del final del concierto.
Pero la valentía de «Volvería» y «Quiero verte» fue la más merecida traca para una noche llena de sutileza y calidad.
Marta Soto hace bonito cada suspiro, que moldea a su antojo con mucha clase.