Nueva entrega de Mask Singer con muchas sorpresas, sobresaltos y frescura. Así es este programa, estrella del año, tiene un carisma hechizante, de estos que si pestañeas te lo pierdes. Vamos allá con el análisis.
La gala, comenzó por todo lo alto, con el Caniche. Este, defendió de una manera muy sobresaliente su lugar en el programa. Los investigadores, optaron por unas apuestas que me cuadraron bastante. Aunque, dispuestos a jugar, propongo a Paula Echevarría y a Blanca Suárez como supuestas candidatas.
Camaleón, nos desmontó todas las teorías posibles. Una perfección vocal nos hizo olvidar todo lo pensado para disfrutar de “Caruso”. Una de las teorías que más me convenció fue la que salió de Malú que propuso a Carlos Latre. Aunque, si me voy al ámbito futbolístico y tiro de imaginación, las pistas me llevan a Aduriz.
El Cuervo, fue protagonista por su rollazo latino. Da que pensar que es profesional, por lo que todo me lleva al ámbito urbano y a Don Patricio, aunque que me perdone por copiarle la teoría Ambrossi , Julio José Iglesias también me convence.
Por su parte, el Pulpo, no es que hiciese una actuación muy loca, pero lo que si hizo fue rompernos las neuronas, pues su voz la hemos escuchado cientos de veces y no supimos catalogarla en el cuerpo del desenmascarado de la noche. Mi apuesta era Antonio Banderas, ni en cien años hubiese llegado hasta Pepe Navarro.
La Cerdita fue el concursante que más me descolocó haciéndome dudar hasta de su sexo. Una voz forzada camufló a la perfección su voz. ¿Carmen Lomana es la escondida? ¿O Bárbara Rey?
Creo que cuando descubramos quien es la Gamba me quedaré loca como viene siendo habitual en estas dos semanas. Pero ahora mismo, sin ningún tipo de miramientos, apuntaría a Mario Vaquerizo.
Tras batirse en duelo, Caniche y Gamba salieron airosos hasta la siguiente gala, y tras la máscara de Pulpo descubrimos a Pepe Navarro. ¡Increíble!



De nuevo, quiero destacar el gran formato que es, pues no se basan en el poder publicitario para hacernos aborrecer, sino que siempre nos deja con ganas de más gracias a un gran dinamismo. Los vestidos, espectaculares, son un elemento visual que lo convierte en más atractivo si cabe.
Por supuesto, aplaudir al equipo de investigadores, que, con una pasión desbordante y una conexión increíble, nos hace dejarnos las neuronas al otro lado de la pantalla.