El cantante madrileño publicó el segundo single de su nuevo disco «Homónimo» el pasado 13 de noviembre.
Tambores, anuncian vientos de guerra, de pisada fuerte y ganas de batallar por los derechos propios. Cada verso, es una prenda al aire para quedarse con solo alma, corazón y garganta. Los coros, aportan dinamismo, crudeza y epicidad.
Un punto en la boca de muchos. Las cuestiones superficiales son dejadas en una esquina para tirar de recuerdos pasados que fueron aliento de vida. ¿Himno? Yo digo sí.
El videoclip, funciona a modo de espejo que devuelve la canción a cada uno que se atreva a reflejarse en él, independiente de su raza o condición.