“Boom, boom, ciao” es la frase que paradójicamente define la segunda temporada de Sky Rojo y no a La Casa de Papel. Tras el rotundo éxito de la primera temporada, la segunda parte de esta historia fue publicada en Netflix el pasado mes de julio. Repite el elenco capitaneado por Verónica Sánchez, Miguel Ángel Silvestre, Asier Etxeandia, Lali Espósito, Yany Prado y Enric Auquer, aunque lo que no copia de su anterior entrega es la fórmula con la que presentar esta historia.
Para refrescar la memoria, os recuerdo que el trío de prostitutas formado por Wendy, Gina y Coral continua la huida de sus proxenetas, mientras que, estos las persiguen como animales de caza.
El factor positivo de esta serie son las actuaciones individuales de todos y cada uno de los actores que forman el elenco, dotando a la producción de un realismo absoluto. La desesperación y la angustia crecen con el paso de los episodios, siendo altamente atractiva para los espectadores. En conclusión, su angustia es la tuya.
Además, los personajes están sumergidos en una atmósfera tóxica de la que no consiguen salir. No ocurren milagros como en las películas de Navidad, sino que lo que es un fiel reflejo de la vida real. La avaricia rompe el saco hasta en la ficción.
El mayor error de esta serie es el uso de una violencia explícita y altamente desagradable, para los que incluso, no son muy aprensivos a la sangre. Hay muchos planos innecesarios que se podrían ampliar con una mayor profundidad de la historia. Por otro lado, se encuentra la violencia sexual, que personalmente considero que sobrepasa los límites de la denuncia para zambullirse en un morbo excesivo.
El mayor cambio de una temporada a otra es que los diversos puntos de humor inteligente que encontrábamos en la primera están completamente absorbidos por el ensordecedor ruido de los disparos. Adiós risas y con ellas vemos marcharse al dinamismo de los episodios.
Netflix ha abierto las puertas a una tercera temporada que se estrenará en 2022. Lo que se alarga en exceso termina con malos sabores de boca.