Gran Prix es uno de los programas más importantes de la historia de nuestra televisión. Durante su vida en la parrilla televisiva consiguió marcar a varias generaciones de jóvenes y adultos. Ayer, Televisión Española resucitó este clásico conducido por Ramón García, Michelle Calvó y Cristinini y como no podía ser de otra forma, alcanzó el éxito deseado.
Como persona que ha vivido los veranos de su infancia acompañada por este formato, volverlo a visualizar fue como abrazar a un viejo amigo que llevaba tiempo sin ver. Las pruebas de siempre como “La Patata Caliente” o “Los Troncos Locos” seguían con su magia intacta y las nuevas incorporaciones a la escaleta del programa se impregnaron con rapidez de la esencia del Gran Prix dando grandes momentos llenos de tortazos.
Además, durante el transcurso de las pruebas, pudimos disfrutar de la reinvención del papel de la Vaquilla que fue el comodín destinado para incordiar al equipo contrario. Sin duda, es un acierto para sumar diversión al programa aunque personalmente me hubiese gustado verla de forma más constante.
Por otro lado, Michelle Calvó y Cristinini, las dos nuevas incorporaciones al elenco de presentadores del programa lograron mostrar la ilusión y la frescura propia de la juventud. Mientras, Ramón García continuó siendo el gran showman con el que estamos acostumbrados a disfrutar.
En esta ocasión se enfrentaron Alfacar de Granada contra Colmenajero de Madrid, con una rotunda victoria de los primeros. Los equipos estuvieron apadrinados por Lolita y Miguel Ángel Muñoz respectivamente. Ambos se mostraron entregados con la causa, aunque bajo mi humilde punto de vista, el acierto absoluto fue Lolita, que con su habitual espontaneidad nos hizo reír en casa de lo lindo.