Los usos de la Inteligencia Artificial ya son tan amplios como los de la informática en general casi. Es por ello que, no nos parezca de extrañar que no paren de surgir artículos con cierto corte ludista con titulares sensacionalistas sobre cómo chatGPT dice que va a matar a la raza humana, que un magnate de las tecnologías piense que hay que regularizar el uso de la IA para luego descubrir que solo se trataba de una táctica para detener el avance de la competencia y otras informaciones que muchas veces son clickbait y otras no son más que noticias incompletas que no aportan todo el marco.
Es por eso que, a veces, considero que hay que dar un paso atrás con esta tecnología y no quedarnos en los dos únicos extremos de opinión que parece que podemos escoger: adoración u odio supinos. Y es que no es difícil ver realmente el punto intermedio, ya que es la mayoría del contenido que estamos generando con las herramientas que nos ofrece la Inteligencia Artificial. No he usado en balde la primera persona del plural para ese “estamos generando”, y es que, al fin y al cabo, es el ser humano el que crea y entrena estas herramientas y, sobre todo, es quien la programa para que arroje el contenido que queremos. Así, cuando empezó hace poco esta nueva ola (porque ha habido varias anteriormente, ya que no es una tecnología absolutamente nueva) lo primero que se hizo es lo primero que se hace siempre con este tipo de herramientas: contenido para adultos y luego entretenimiento en general.
Aquí es donde entran los cover realizados por la IA, y, en este caso, en los que quiero centrarme yo: los de Frank Sinatra. Estas versiones de canciones que Sinatra nunca cantó varían enormemente, y aquí es donde entran las ideas de ucronía y retrotopía. La primera es un clásico ya de la ficción, y son todas estas historias sobre qué hubiera pasado si la historia de un evento hubiera sido diferente: los “y si” de toda la vida; mientras que en la ficción siempre lo ha petado el clásico ya “¿y si los alemanes hubieran ganado la II Guerra Mundial?”, con los covers de Frank Sinatra la premisa es mucho más sencilla: “¿y si el cantante hubiera interpretado X canción que nunca llegó a cantar en vida?”. En esta línea tenemos versiones realmente interesante de, por ejemplo, la canción que tuvo un revival debido a la saga de videojuegos Fallout, popularizada sobre todo por el grupo The Ink Spots: I Don’t Want To Set The World On Fire.
Pero la ucronía en estos casos es lo sencillo de imaginar, mientras que la retrotopía es lo que tiene realmente jugo. Sinatra no llegó a cantar muchas canciones debido al mayor impedimento al que puede enfrentarse un artista, su muerte. Así es como, de repente, gracias a estos covers realizados con la IA, podemos oír a Sinatra cantando cualquier canción, tanto cercanas, pero posteriores a su muerte, como algunas que han salido hace literalmente unos meses. La idea de “necesitar” oír a un cantante como Sinatra parece cumplir dos funciones diferentes (aparte de esa nostalgia retrotópica): la seria y la del meme. La del meme es fácil de detectar, y es que no creo que haya un verdadero interés artístico (aunque merezca la pena oírlos) en covers de canciones de anime como son el opening de Evangelion o de videojuegos como FNAF, Portal o Yakuza. La vertiente artística es un poco más difusa a la hora de ver cuándo no es realmente un meme encubierto y que su la gracia está, precisamente, en que es una canción moderna cantada por Sinatra; pero por no liarnos demasiado, vamos a intentar no darle muchas vueltas a este rollo metameme de internet. Aquí tenemos que volver a subdivir este género de IA Sinatra, y es que, la Inteligencia Artificial lo que hace en estos casos, simplificándolo mucho, es cambiar la voz de una canción por otra; pero claro, Sinatra no es una voz como para ponerle a cantar ópera o trap, así que hay dos maneras de que cuadre: lo pones ahí al trancazo y como quede quedó, o escoges (o incluso hace uno mismo) una versión del estilo Big Band más parecido a lo que cantaba Sinatra. Curiosamente, lo que menos se hace es lo que menos trabajo lleva, que es sustituir la voz del/la cantante original por la de Sinatra, y es que es lo más sencillo, sí, pero también hay que reconocer que es lo que peor queda.
Pero el jugo viene de verdad cuando alguna persona tiene los medios y los conocimientos para hacer una mezcla de la parte tecnológica, de hacer adaptaciones de las canciones modernas al estilo de Sinatra y, cosa nada desdeñable, saber y decidir qué canción realmente va a quedar como una obra de arte. La magia surge cuando puedes escuchar una versión Big Band de Thiller o Bad Romance cantada por Sinatra, o la pedazo de versión de You’ve Got A Friend In Me de Toy Story. Pero ya entrando en mis preferencias, no puedo dejar de oír las versiones de Gangsta’s Paradise o, mejor aún, Flowers. Y es que sí, solo queda terminar este artículo con Sinatra, el cantante que tenía el sobrenombre de La Voz, cantando el último temazo que nos ha regalado hace unos meses Milley Cyrus.