Leer unas memorias no siempre es fácil, y menos cuando la protagonista es una persona la cual es coetánea y conoces (en este caso, obviamente, por la prensa). Toda la información que ha llegado de Britney Spears los últimos años, en su mayoría manchada por la prensa o familiares, provocó a varias personas a posicionarse «en contra» de una mujer que, lo único que quería, era ser libre. El movimiento #FreeBritney culminó con la liberación de Britney de las garras de un padre maltratador, pero eso era solo la superficie. ‘La mujer que soy’ es la historia en primera persona de Briney Spears, aquella joven que llegó a la fama con tan solo dieciséis años gracias a ‘Baby One More time‘ y mucho, mucho trabajo detrás.
Como decía, nunca es fácil leer unas memorias y menos si, mientras la lees, puedes mirar su perfil de Instagram y ver cómo le va en la vida. Como admiradora de la cantante, es hermoso verla feliz disfrutando de la vida y, a la vez, triste pensar en todo lo que ha vivido. La forma en la que Britney narra sus primeros años, contando que a los 13 años ya bebía y fumaba con toda naturalidad y que su padre, desde siempre, era alcohólico, choca mucho. La narración de Britney se asemeja, en ocasiones, a la escritura de una joven adolescente en su diario, o en una carta a una mejor amiga. Jamás criticaría la forma en la que una superviviente narra su historia y, en este caso, no la comparo con una adolescente para hacerlo. Todo lo contrario: el hecho de que la escritura sea así, tan embellecida en ocasiones y escueta en otras, te hace sentir cómo si estuvieras viendo en primera persona un documental sobre su vida.
La vida de la Princesa del Pop no fue ningún camino de rosas, y lo más importante es que ella remarca todos esos detalles que deben ser hablados. A su vez, no se detiene a presumir de su fama ni nada por el estilo. La cercanía que muestra Britney en cada página es lo que lleva a hacer tan cercano su sufrimiento y nos lleva a empatizar de forma tan directa con ella.
En resumen, quizá no sea la mejor escritura del año, pero eso es lo de menos. El hecho de estar tratando una memoria debe de dejar a un lado eso y centrarse en lo que cuenta y como lo cuenta. Su estilo es directo y abierto y merece que la historia sea conocida para que nadie reviva el infierno por el que Britney pasó. Abramos la mente para dejar que luchadoras como ella disfruten de su vida ahora que tienen la libertad que se les arrebató.
Dejemos que Britney sea la mujer que siempre quiso ser.