El pasado fin de semana, fuimos testigos de uno de los premios más importantes de la cultura: Los Forqué. Series como Patria o Antidisturbios fueron las protagonistas de la noche, pero fuera del mundo de la interpretación, dos de los salvadores de 2021 no se perdieron la cita y desprendieron su luz con sus temas. Pablo Alborán y Pablo López se subieron a las tablas del escenario para enamorar al público.
Subscribo las palabras de Aitana Sánchez Gijón, pues Pablo López es un auténtico canalizador de emociones. Su siamés: el piano y su voz desbordante de sentimientos, relucieron con “La niña de la linterna”. La progresión sonora de esta canción es poesía pura, un salto que parte desde el desnudo y que toca al cielo cuando se encuentra con la banda.
Pablo Alborán reinventó una canción de película como es “What a Wonderful World”. Jugando con los silencios y los susurros logró enamorar el sentido auditivo. Pero, previamente, “Corazón descalzo” fue su carta de presentación fundiéndose y fusionándose con el piano.
Sin duda, un toque ideal para la cita.