Si alguien dice que detesta sentarse en el sofá para no pensar en nada es mentira. Una vez al día es necesario dejar la mente en blanco y el mundo audiovisual ayuda favorablemente a ello. Si a esta tarea le sumamos una pizca de salseo, el resultado es la segunda temporada del reality “Soy Georgina” que refleja la vida de la influencer Georgina Rodríguez.
La primera razón es fácil y sencilla. En algún momento de nuestras vidas todos hemos fantaseado con cómo sería nuestra vida si tuviésemos varios millones guardados en el banco. Georgina Rodríguez nos muestra una realidad bañada en oro con todo tipo de caprichos, desde compras de ropa con más de cinco cifras hasta viajes de ensueño.
Como ya pasó en la primera temporada de la serie, Rodríguez ha demostrado que carisma tiene para rato y deja para la posteridad varios momentos que son carne de meme. Especialmente divertidos son aquellos momentos en los que sus amados ibéricos hacen acto de presencia, pero no te quiero hacer spoilers y quiero que los disfrutes tú.
Por otro lado hay que resaltar que es un personaje totalmente virgen para el mundo de la televisión, por lo tanto, para aquellos amantes de este género televisivo Georgina Rodríguez resulta totalmente refrescante, tanto su persona como la realidad de su profesión. Además, los influencers aún no han explotado todo su potencial en la televisión y Georgina da el primer paso para ello.
Finalmente, a pesar de que Rodríguez nos ha mostrado en esta temporada la tristeza ante el fallecimiento de su hijo, predomina la fantasía en el reality y una filosofía vitalista.