Un Príncipe es una persona tocada por una varita mágica. Él demuestra su poder mediante la elegancia y el saber estar. Aunque sea una medida idílica, también debe ser transparente y mostrar tanto lo bueno como lo malo. Existe un hombre en este universo que cumple todas estas condiciones y es Blas Cantó.
El cantante murciano celebró su primer Secret Show en la mítica Sala El Sol de Madrid. El público le ha esperado durante varios años de forma paciente y él ha sabido regalarles una noche de ensueño en agradecimiento.
La sonrisa de Cantó reinó durante toda la noche, como una estrella en el cielo de Madrid. Este hecho fue tanto metafórico como real. Desde un inicio el buen rollo se instaló en la mítica sala gracias a canciones como «El bueno acaba mal», tema encargado de abrir la noche.
Tras surcar la magia de «Marte», el artista presentó la primera canción inédita de la noche. «Animal Distinto» es un tema lleno de vida que demuestra que el artista está bien anclado a la tierra.
Posteriormente, una vieja conocida para el público como «No volveré a seguir sus pasos» salió al escenario convirtiendo a la sala en un hogar confortable. La siguiente canción inédita fue «No quiero verte con él», un tema auténtico y sincero tanto en la letra como en la producción.
A continuación, «Complicado» demostró que es inmune al paso del tiempo y sembró mares de lágrimas entre los presentes. Después de este momentazo, llegaron dos canciones llenas de raíz que saben a clásico musical como «El Perdedor» y «La Cura».
La intimidad se volvió a convertir en emoción gracias a la eurovisiva «Voy a quedarme». Aunque las lágrimas se convirtieron en felicidad con «In your bed» y «Él no soy yo».
Este concierto sabe a un abrazo con un viejo amigo que demuestra que el tiempo no ha sido capaz de cambiar una bonita relación. Gracias Blas.
