La madurez no siempre es significado de dejar el pasado a un lado del camino, tirado en un arcén. Quienes mejor llevan este acto vital son aquellas personas que intentan que sus virtudes prodigiosas reluzcan con más fuerza que nunca. Este es el caso de María Parrado, la cual ha publicado su nuevo disco titulado “Conmigo” el pasado 4 de febrero.
A pesar de apostar por un pop clásico, la artista deja huella con una potencia vocal magnífica. Desde un primer momento la sinceridad y el amor propio son la mejor medicina para pasar página y poder mirar al frente. Dentro de este trance vital se encuentra la canción que abre el disco titulada “A mí”. El telón se abre y llega la luz.
Después de la introspección toca emitir al exterior la enseñanza aprendida de este viaje. “Así te lo digo” es una gran segunda parte para el primer sencillo. La artista muestra sus cartas bocarriba y sobre la mesa con una dificultosa sencillez.
La madurez también es sinónimo de versatilidad. A pesar del ritmo del oleaje, Parrado surfea con elegancia sobre él. Ejemplo de ello es “El Equivocado” donde su voz junto a la de Funambulista luce a la perfección, como un puzle. Este matiz también es apreciado en “Pequeñitos” donde un corazón desnudo late con fuerza. Posteriormente, un rápido trote también es controlado con soltura en “Yo, Mí, Me, Conmigo” así como el tinte latino en “Perdóname”.
El disco es finalizado con una magnífica muestra de verdad y nostalgia que atraviesa la piel en “500 km”, dedicada a su familia. El pop es vida.
