“Emily in Paris” ya ha aterrizado en Netflix con la segunda parte de su cuarta temporada. En esta ocasión, Emily tendrá que enfrentarse a un nuevo reto: llevar a la par el amor y los negocios, pero en otra ciudad muy diferente a París, Roma.
Sin duda, esta nueva parte saca brillo a uno de los elementos que forman parte de esencia de la serie, presente desde los primeros capítulos. París y Roma se convierten en un personaje más de la serie, siendo ambas ciudades testigos silenciosos que acompañan dando luz a la locura de vida que posee nuestra querida Emily.
A pesar de ello, esta nueva temporada se convierte en un quiero y no puedo con respecto a los amores. Una vez más, la historia con Gabrielle se convierte en interminable, pues el pobre no da más de sí y no se da cuenta de que tiene que dejar ir su pasado para que la relación con Emily termine en un buen puerto. Mientras tanto, Mindy se ve envuelta en la relación más machista de la serie con Nico. Esperemos que el punto y final puesto a esta relación sea definitivo.
Por otro lado, pese a que siempre se siga una estructura similar en las temporadas, continúan salpicando de humor y frescura los episodios. ¡Y por eso nos gusta tanto!