La dulzura es aplicable a la música cuando a pesar de que te esté contando una historia dura el artista, te sientes mimado por una interpretación cuidada y unas voces que saben a hogar.
Siloé y Bely Basarte han estrechado sus colores vocales de marea en calma en “Cada Mañana”. Garabatto se ha encargado de una base electrónica en la que permite que los artistas se expresen propulsados por un oleaje innovador. En la letra, relatan una historia de recuerdo latente que el dolor no consigue mitigar.
Entre colores pastel y una fotografía excelente, los artistas han grabado este videoclip. Expresa a la perfección la esencia de dolor y dulzura que os comentábamos.