Los conciertos dan vida, tanta que en ocasiones se transmite el peso histórico que conlleva cada verso. Este fue el caso del concierto celebrado en el Teatro Nuevo Alcalá, donde El Consorcio deleitó a un público muy entregado.
El telón se descorrió ahondando en las potentes raíces del cuarteto. La primera canción en disfrutar de la ovación del público fue «El Vendedor», a la que instantes después relevó «Charango».
El Consorcio se mostró agradecido en todo momento por el gran recibimiento del público. Después de 55 años de relación, el brillo inmortal en los ojos se sigue manteniendo.
Tras entonar la siempre presente «La otra España», el grupo dio paso a una de las nuevas incorporaciones al repertorio: «Adivina». Como si fuese otra veterana compañera de vida, fue abrazada con entusiasmo por los asistentes.
A continuación, pudimos viajar hasta las respectivas infancias de los componentes con «Maitechu mía», desembocando en un homenaje al musical Jesucristo Superstar por parte de Estíbaliz.
Antes de afrontar la recta final, hubo un pequeño instante para la intimidad sintonizada gracias a los solitarios acordes de guitarra y canciones como «Que pasará mañana».
Una noche más, «Eres tú» consiguió aunar el canto de los asistentes, los cuales se fundieron en una sola voz. Y, aunque «El chacachá del tren» parecía ser el broche de oro a la noche, «Secretaria» y «Amor de hombre» sellaron en el imaginario común una noche llena de canciones que bien se podrían comparar con joyas preciosas.
Estuvo genial el concierto. Son canciones que hemos escuchado durante toda la vida. Poca gente canta hoy en día en directo, sin trucos y sonando tan bien.