¿Se pueden plasmar todas las emociones del ser humano en un solo disco? Pues, aunque parezca una tarea de lo más complicada, Ainoa Buitrago ha conseguido hacer magia con una gran variedad de temáticas en su primer disco: “La Ruta de las Flores”, el cual vino a presentar a Delirium Nostri hace unos días.
Fruto de la rebeldía y del espíritu luchador de la juventud, la artista ha conseguido llegar al sobresaliente con este trabajo publicado el pasado 15 de octubre en edición física y digital. Como ya sabréis los más asiduos a nuestra página, hemos ido desgranando poco a poco los adelantos que la cantante ha ido publicado durante estos meses, por lo que nos vamos a centrar en este artículo exclusivamente en los contenidos que hasta ahora no habíamos analizado.
“Lo que fuimos” expresa la necesidad de rapidez en el acto de olvidar cuando la mente aún intenta amarrarse al pasado. Toda esta emotividad es propulsada por el potente viento provocado por la percusión y las guitarras.
En el track número cinco, encontramos “No me detendrá”. Esta funciona como una brújula cuando la vida nos llena el camino de interrogantes. Contiene un tinte filosófico que nos invita a rebuscar en el pasado para propulsar nuestra carrera vital. Además, contiene una acústica con matiz de himno, gracias a un sutil rasgueo de guitarra y un coro épico.
A continuación, une su arte al de otra joven promesa de la composición como es Paula Mattheus, teniendo como resultado una canción llamada “Cuentas Pendientes”. Ambas cantautoras encajan un puzle vocal perfecto, contando una promesa evaporada por la necesidad de querer.
“Isla desierta” es un oasis de amor, calma y vitalidad donde reina el color y la dulzura característica de la madrileña. En contraposición está “Sácame de aquí” y “Qué dirás ahora” junto a Yoly Saadonde los miedos salen a bailar para sembrar la angustia.
El tiempo confirmará que este disco ha asentado los pilares de una gran compositora