El pasado jueves 31 de mayo, Cuéntame despedía su vigésima temporada con un capítulo de infarto. Miles de personas se han congregado frente al televisor y las redes sociales siguiendo la crisis de una de las familias más famosas de España, Los Alcántara.
Tras la marcha de Ricardo Rivera (Carlos Alcántara) de la serie vaticinaba que eran tiempos de cambio para esta, pero lo que no esperábamos los seguidores de la serie es que todo diese un giro de tuerca y nos dejasen sin aliento. Esto es uno de los grandes factores que la convierten en éxito, la continua capacidad de reinvención de los guionistas. Pues tras ver el último capítulo, ya he comenzado a tachar días para el estreno de la siguiente temporada.
¿Fin del matrimonio de Mercedes y Antonio?
Vamos a tener que esperar, pues la siguiente temporada contendrá la respuesta a ello. Hemos podido presenciar una de las más duras crisis del matrimonio y parece que no va a ser fácil una reconciliación. Destacar las buenas actuaciones de ambos actores, pues tanto Inmanol Arias como Ana Duato han hecho un papel de 10.
Sí, Inmanol es el malo de la película, pero consigue que se le coja manía a su personaje. Por su parte, Ana Duato ha concluído una de sus mejores actuaciones, pues era fácil contemplar la angustia del personaje, todos hemos sufrido con ella.
Una temporada feminista.
Esta temporada ha sido capitaneada por mujeres, mostrando la lucha del género femenino por ser independiente y por no estar bajo la sombra de un hombre. Imposible no alegrarse ante el vuelo de Mercedes, ojalá en la próxima temporada pueda conseguir sus sueños.
Por su parte, Inés, maltratada por el amor vuelve a casa de sus padres. No importa lo que la caiga encima, ella lucha contra viento y marea, sin importar lo que la caiga encima, ella sigue adelante.
Por supuesto, también destacar a Paquita y María (hablaré más adelante de ellas) y Herminia, que finalmente da la aprobación a su hija, alegrándose de que los tiempos hayan cambiado y pueda separarse de Antonio para ser feliz.
Amor adolescente.
En el primer episodio dijimos adiós a Paula Gallego en el papel de María, siendo relevada por Carmen Climent. Es difícil acostumbrarse a un nuevo actor que interprete un personaje el cuál llevas viendo años, además de cogerle cariño, pues con cualquier Alcántara es imposible no encariñarse, pero ha sabido ganarnos sin dudas.
En una temporada dura, el amor de María con su profesor de biología ha sido una puntita de alegría. Podemos ver a una María más madura y sigue la estela de sus hermanos, mostrándonos que a ella también le gusta romper las reglas.
Ay Paquita, la que has líado.
La irrupción de Paquita en la temporada fue un auténtico misterio y así ha seguido siendo durante toda la temporada. La brecha se mantiene abierta, y es que la policía ha descubierto el cuerpo del asesinado por ella. Ha sabido hacerse un hueco de nuevo entre las tramas más interesantes de la serie.
Fidelidad con la realidad.
A pesar que en esta temporada se han alejado un poco del rigor histórico en la trama principal, siempre ha habido un hueco para hacer una mirada a años pasados de nuestra historia. Una serie siempre fiel a sus principios, que enseña a las nuevas generaciones como era nuestro país antes de que ellos naciesen.
Una vez más Tony es el encargado de descubrir las injusticias del mundo. Bárbara, su mujer, termina dando a luz en un hospital en el que se robaban niños. Un parto angustioso, pues todos contuvimos el aliento y volvimos a respirar cuando el bebé comienza a respirar. Una nueva Alcántara, que seguro que dará mucho que hablar.
