«Cayendo la mundial» así podemos definir los primeros minutos del comienzo de la serie Patria. Cuando se emitió el primer capítulo también os conté un poco la trama.
De antemano, el final ha sido bonito pero un tanto frío que nos ha dejado a los espectadores con la necesidad de encontrar más razones y más por qué.
Sabemos que Bittori busca a toda costa la verdad sobre el asesinato de su marido a manos de la banda ETA. El tiempo de su vida corre debido a una enfermedad y ella quiere irse a la tumba sabiendo toda la verdad y así decir que ya puede morirse tranquila. Dolida está por muchas partes, su marido fue asesinado, no sabe la verdad y sin tener ella culpa de nada su mejor amiga lleva años sin hablarla.
Sabiendo ya las amenazas que sufría Txato antes de morir por ETA en un pueblo pequeño al final es conocido por todos. ¿Qué pasa? Pues que le hacen un vacío muy injusto a una familia que está sufriendo, pero ese vacío existía tanto a la hora de acosar a la víctima como después de matar a la víctima.
Otro papel importante en la serie es el de Arantxa (Loreto Mauleón) esta chica, madre de dos hijos es discapacitada porque años atrás sufrió un doble ictus. Asique vuelve a casa de sus aitas que cuidan de ella. Arantxa sí que mantiene una relación con Bittori, e incluso habla con su hermano Joxe Mari implicado en la banda ETA y en el asesinato del Txato para que le cuente la verdad a Bittori ya que ella se está muriendo.
A las primeras de cambio su hermano le dice a Bittori que no va a contar nada, que no se arrepiente de las cosas que ha hecho y que por favor le deje en paz. Pero Bittori no puede olvidar nada, ni siquiera las pintadas que hacían los etarras en su casa como señal de amenaza a su marido.
Hay mucha historia de personajes pero eso mejor os dejo que lo descubráis vosotros.



En este último capítulo se centran más que nunca en los días y minutos previos al asesinato del Txato. Como se libró de la muerte una vez, al llegar al trabajo pero como muere al marchar de nuevo a trabajar. Esa escena con la que empieza la serie se va a ver unas cinco veces en todos los capítulos.
Bittori por fin encuentra respuesta a esa pregunta que lleva años rondando en su cabeza ¿Qué grado de implicación en el asesinato de su marido tiene Joxe Mari? ¿Quién apretó de verdad el gatillo aquella tarde bajo la lluvia, Patxo o Joxe Mari?
Pues Joxe Mari le responde, y no solo eso. Le cuenta que se arrepiente, que quiere volver el tiempo atrás y lo más importante, le pide perdón. Bittori ve las puertas del cielo abiertas, su vida está por fin tranquila, ya sabe la verdad sobre el asesinato de su marido y ya sabe quién fue y como ocurrió.
Hemos podido ver la frialdad de la banda aunque se tratasen de conocidos, cómo preparan un ataque terrorista, cómo huían. Pero del otro bando hemos podido ver el vacío que sienten las familias afectadas, el acoso que sufrían, el dolor y el vacío que dejaba una muerte así.
Aplaudir de nuevo a actuación de todos y cada uno de los actores. Pero un aplauso más grande a las dos madres de la serie, Bittori y Miren, Elena Irureta y Ane Gabarain respectivamente. Porque lo diré una y otra vez cuando me pregunten por la serie, gracias a su interpretación nos hacen salir de la serie, hacen que creas que lo que un día pasó de verdad. Y en el caso de Miren, el hecho de hacer de la mala hace que te caiga mal su personaje y eso es gracias al buen trabajo realizado.



El final ha sido bonito pero un tanto frío que nos ha dejado a los espectadores con la necesidad de encontrar más razones y más por qué. Cierto es que lo ha pasado en la escena final es algo que llevábamos esperando mucho tiempo y solo ha durado unos segundos y es algo que nos hubiese gustado disfrutar más tiempo. Saber más de esos pensamientos y más palabras de cariño y amistad.
Una maravillosa serie que se ha llevado un premio Ondas muy pero que muy merecido. De nuevo recalcar la actuación de sus personajes.
No mucho tiempo después de la emisión del primer capítulo pudimos hablar personalmente con Ane y realizarle algunas preguntas.
Series que te ponen los pelos de punta, que te tienen en vilo, que no te hacen apartar la vista de la pantalla. El contenido que merecemos.