Nos gusta leer. Nos apasiona leer. Y por ello queremos tener TODOS los libros del mundo. Pero dudo que la mayoría de la población de a pie tenga la típica casa de ensueño con paredes que son estanterías repletas de libros y sillas con libros y mesas con libros y cama y– pues eso.
Estamos en el 2019 y el planeta está como nuestro bolsillo: en la mierd*. Por ello, la mejor solución para los apasionados de la lectura es el eBook. No hay más. A ver, bueno, tampoco es tan exagerado. Yo soy partidaria de que cuando un libro forma parte de ti, está en ley tener un ejemplar en casa, guardado como oro en paño. Pero seamos realistas, no todos los libros que leemos merecen esa condición. Por ello, y por hacerle un bien al planeta y al cajón de la mesita de noche, os recomiendo el uso del libro electrónico.
No todo es la luz o el precio. Muchas personas que no pueden leer un libro de papel por el tamaño de las letras deben pasarse a eBook ya que en él podréis ampliar la letra tanto como necesitéis. Además está la opción de subrayas y colocar notas para volver a releer en cualquier momento esa frase que os ha marcado.
Y, sin duda, uno de los puntos por los que yo siempre compro el libro digital es para ayudar al pequeño escritor. Muchos de ellos tan solo publican en este formato ya que no tienen una editorial que les amplie las ventas y facilite la distribución del libro a papel. Aunque también es aplicable a cuando adoro a un escritor, saca un libro pero cuesta 20€ y mi cartera pues llora. Sí, así es, un blog no da para comer. Pero a lo que iba. Los eBook rara vez cuestan más de 10€ así que podéis hacer lo que recomiendo: comprar el libro electrónico y, si os ha calado de verdad, le hacéis un hueco en la estantería.
Personalmente recomiendo el siguiente no solo por su precioso color blanco; es el más económico, de tamaño no es excesivo (poco más grande que un teléfono móvil), y táctil. Además, si os unís a Kindle Unlimited dispondréis de más de un millón de libros a elegir por tan solo 9,99 euros al mes. Seguro que es mucho menos que vuestra novela favorita de Reverte. Pero vaya, que si no os gusta, tenéis unos treinta días preciosos de prueba que, o podéis aprovechar para leer toda la biblioteca o, simplemente ignorar. Eso ya es cosa vuestra.